Código de Ética

Declaro que es mi convicción y propósito conducirme siempre conforme a los más elevados principios éticos y morales en todos los actos públicos y privados que en mi condición de ADMINISTRADOR, DIRECTOR, GESTOR CULTURAL, PROMOTOR, COLABORADOR O SOCIO, lleve a cabo. Ajustaré mi conducta especialmente a los siguientes postulados:

  • Lealtad. Afirmo que todos mis actos estarán inspirados y guiados por el amor a mis semejantes y por el amor a la Patria, sus símbolos e instituciones y que, por lo tanto, permaneceré fiel a la Constitución de la República, al ordenamiento jurídico y al respeto que impone mi firme creencia en los derechos y dignidad de la persona humana.
  • Vocación de Servicio. Entiendo y acepto que trabajar y hacer cultura constituye, al mismo tiempo, privilegio y compromiso de servir a, y no de servirme de la sociedad y de quienes individualmente la integran.
  • Honradez. Declaro que todos los bienes y derechos, recursos, fondos, documentos y cualesquiera otros, poseídos en propiedad o manejados como FUNDACIÓN ENRIQUE TÁBARA los utilizaré con absoluta rectitud e integridad para conseguir el beneficio de la sociedad, los beneficiarios y la cultura, colaboradores, empleados y socios.
  • Probidad. Manifiesto que en el desarrollo de mis actividades actuaré sin privilegiar ni discriminar a persona alguna; que no recibiré ni concederé beneficios especiales para, o por obtener negocios.
  • Responsabilidad.  Estoy preparado para responder  y rendir cuentas de todos mis actos, de manera que la sociedad y, en particular los beneficiarios, colaboradores, empleados, y socios incrementen su confianza en nuestra capacidad personal y empresarial de servirles.
  • Competencia. Reconozco que es mí deber poseer y demostrar conocimientos y aptitudes para llevar a cabo con eficiencia las actividades administrativas y de gestión; por ello, declaro que soy competente y que me mantendré permanentemente actualizado con las mejores prácticas gerenciales, al máximo de mi inteligencia, capacidad y esfuerzo.
  • Auto-control. Entiendo que mis acciones administrativas,  gerenciales y personales constituyen referentes para mis colaboradores, empleados, asociados, colegas, familiares y amigos. Por ello, me obligo a ser un buen ejemplo que inspire a los demás, aún más con cada éxito en mi carrera; a aceptar la responsabilidad de mis actos oficiales y particulares; a propiciar el mejor ambiente de control en la FUNDACIÓN ENRIQUE TÁBARA y a maximizar la eficacia del control interno gerencial para poder exigir lo mismo de mis subalternos.